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Estuve con mi marido un fin de semana en este maravilloso hotel y fue perfecto. Comida riquísima, los desayunos insuperables (¡con zumo de naranja natural!). Y el alrededor es pura naturaleza, un lugar ideal para desconectar en plena naturaleza y aislado de todo.
Fuimos 6 amigos a pasar una noche de viernes a sabado. No tengo nada malo que contar. Las habitaciones (de las situadas en la casa principal) no son muy grandes pero tienen mucho encanto. La zona comun junto a la \"llar de foc\" ideal para tomar una copa tranquila (hacia demasiado frio para estar fuera pero en otras epocas hay una terraza que debe ser ideal); y recomendacion a parte se merece el restaurante, que fue simplemente espectacular. Teniamos media pension asi que en la cena probamos varios de los platos y no sabria decir cual fue mejor y el desayuno al dia siguiente abundante, surtido y muy bueno. Dado el precio de las habitaciones no es que pueda repetirse mucho, pero desde luego darse un capricho de vez en cuando en un lugar asi....vale la pena.