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En un bonito rincón de Palamos está este restaurante, en una antigua salinera, de ahí su nombre, donde ponían en sal el pescado que llegaba al puerto. Ahora es un restaurante que conserva las antiguas bóvedas donde se preparaba el pescado. El producto es de calidad, bien cocinado y buen servicio. Dejar claro que no és econòmico.