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Es un restaurante muy peculiar. No tienen carta, solo menú degustación y es muy largo. Para mi gusto habían demasiados platos pero estaban todos buenísimos. Tienen la filosofia de food km0 y se notaba por la calidad y la frescura de los productos. El restuarnte era muy acogedor y con muchisima personalidad y la decoración era muy bonita.
Pues un buen restaurante, comida buena con una buena carta y el servicio correcto; cierto que que alguna vez ha decaído un poco, pero es lo más normal del mundo. Sólo una vez fuí por una boda y lo organizaron como tocaba, todo estubo de nivel pero sin pretensión de aparentar, estoy contento de todas las visitas que les he hecho, espero que sirva de ayuda.
Lo que me gusta de verdad es que una buena parte de los ingredientes vienen de su propia huerta; así los platos cojen un gusto buenísimo, de verdad. Además lo bueno que tienen es que hacen raciones abundantes, con lo que salen lleno y bien alimentado.